EL CAFÉ CON LAS AMIGAS:

Definitivamente, no hay mejor terapia grupal para una mujer, que tomar un café con sus amigas. En la mañana o en la tarde, la hora y el lugar no importan. Lo que realmente interesa es reunirse con ellas a platicar, a llorar, a reírse, a quejarse. Alguien que opine lo contrario, es porque no ha disfrutado ese par de horas maravillosas, o tal vez no ha encontrado grandes amigas con quien hacerlo.

Es muy relajante estar en un lugar donde no eres ni la mamá, ni las esposa de alguien. Sólo eres tú misma. El tiempo se pasa volando y salir de la rutina diaria una vez al mes, o cada vez que puedas, es realmente genial.

Ese café sólo se disfruta con verdaderas amigas, esas reuniones incómodas donde se nota que a nadie le interesa lo que estás platicando, donde cada quien está revisando su teléfono, donde cada quien platica con la de a lado y jamás se enteran de cómo se sentían las demás, o cuando solo quieren “quedar bien”  y ver quien compró la bolsa más cara o quien presume las mejores vacaciones, son más estresantes que enriquecedoras.

Es “renovador” reunirse con amigas que te quieren y que quieres, que se interesan por ti, por tu familia, por tu mascota, por tus estudios o por tu negocio, por lo que vas a hacer de comer y por cómo te sientes.  En ese momento eres tú, sin pretender ser otra persona, bajas la guardia y simplemente te dejas llevar.

Puedes llegar triste, enojada, deprimida y en menos de media hora ya estás riendo de nuevo. Si no hay mucho que hacer por el problema que tienes, por lo menos en ese rato se te olvidó un poco.  Es increíble como entre todas pueden ayudar a encontrar la solución o por lo menos a aligerar la carga que traes. A veces puedes tener un problema muy grande, pero cuando escuchas a alguna de ellas, te das cuenta que estabas exagerando y que no es tan difícil de solucionar eso que tanto te quitaba el sueño.

Platicar de cosas importantes o que no lo son tanto, de situaciones buenas y malas también. Si te peleaste con tu esposo, si tu hijo se portó mal, si tu novio hizo algo que no te gustó. Tienes la ventaja que no te van a juzgar. Te peleas y te reconcilias y ellas nunca te criticarán. Sólo contamos nuestras cosas, lo que vamos viviendo día a día. Nos damos consejos: De belleza, de familia, de vida.

Te das cuenta que todas tenemos problemas, que todos los novios o esposos tienen tanto cosas buenas como malas y que es el pan de cada día en cada pareja y en cada familia.

Esa mañana que inviertes en reunirte con ellas, se transforma en tiempo de calidad para las personas cercanas a ti. Estás más contenta,  te ríes más.  Probablemente no menos cansada porque, o dejas preparadas las cosas para atender a tu familia o a tu trabajo un día antes. O se te atrasa el trabajo en la casa o en la oficina y a correr se ha dicho.

Si sabes de lo que hablo sigue disfrutando tus horas de terapia de grupo. Si no, inténtalo y sal a tomar un café. Tal vez alguna amiga  ya te ha invitado y siempre has dicho que no, por tu trabajo, por tus hijos, por el tiempo.  ¡Anímate! Cuando regresas a casa te sientes querida, te sientes contenta, te sientes bonita….. ¡Te sientes más tú!

 

Sinceramente

Mariana Oropeza