El día de las hijas, es todos los días.

Me encuentro contigo cada día para reconocernos la una en la otra, para dar y recibir, para ser maestras y alumnas, para amar lo que somos y en lo que nos vamos convirtiendo.

Te celebro no sólo porque es tu cumpleaños, sino porque cada día cuenta en nuestra historia.

Te sostengo porque soy tu mamá y así lo decidí y decido cada instante, desde el primer día que te tuve en mis brazos y hasta que muera el sol.

Te apoyo en tus decisiones, en cada caída  y en cada vuelo, aquí estoy para tí.

Te guio con lo que soy, tengo y puedo. Y aunque tú me enseñas muchas cosas, guiaré tus pasos con la experiencia de mi recorrido, aunque tienes la libertad hacer tu propio camino.

Te abrazo con ternura, con fuerza, con delicadeza, con todo mi amor. Tienes mis brazos si los necesitas, y si no, si los quieres y si no, los tienes.

Te beso porque te amo. Te beso porque con cada beso te imprimo TODO lo que siento por ti.

Te disfruto con luces y sombras. Porque ser tu mamá ha implicado muchas alegrías, y cansancios, y enojos y ahora que cumples 10, comienzan también algunos roces… bueno pues todo eso lo disfruto, lo gozo y hoy lo celebro.

Te pienso cada momento. Te recuerdo en otros tiempos y tamaños, y balbuceos así como arrullos, cuentos y juegos. Te pienso ahora que eres niñas grande, pienso en tí y en tus gustos y en lo que te molesta también pienso.

Te siento hija, te celebro y te amo y hoy y cada día doy gracias por tenerte en mi vida, lo que has traído, lo que me has enseñado, lo que he dado, los estiramientos que he realizado, pero sobre todo agradezco tu vida.

Recuerda siempre que, el AMOR QUE LO ES TODO, NOS PROTEGE.