-
Entradas recientes
Comentarios recientes
Archivos
- agosto 2023
- julio 2023
- junio 2023
- mayo 2023
- abril 2023
- marzo 2023
- febrero 2023
- enero 2023
- diciembre 2022
- noviembre 2022
- octubre 2022
- septiembre 2022
- agosto 2022
- julio 2022
- junio 2022
- mayo 2022
- abril 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- agosto 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- junio 2020
- mayo 2020
- abril 2020
- marzo 2020
- febrero 2020
- enero 2020
- diciembre 2019
- noviembre 2019
- octubre 2019
- septiembre 2019
- agosto 2019
- julio 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
Categorías
Meta
Encuentro reflexivo
TAMBIEN ENSEÑEMOS A LOS NIÑOS A SENTIR
Liz Kanno / Especialista en bienestar integral.
La educación emocional es también una parte muy importante para el desarrollo de nuestros hijos, quizás más importante que la educación académica en la que nos hemos enfocado tantos años. Nos preocupa que los niños aprendan a sumar y restar, a memorizar datos históricos, a escribir, a conocer acerca de las grandes ciencias, a que desarrollen habilidades en el deporte, pero al final si no se conoce a si mismo tendrá mucho más dificultad para sentirse bien en su entorno, en sus relaciones, en su trabajo, y sobre todo consigo mismo.
La educación emocional nos ayuda a a reconocer lo que sentimos, cómo lo sentimos, qué necesitamos, cómo podemos expresar lo que sentimos, cómo transitar esas emociones, aprender a regularlas y tener alternativas para sentirnos un poco mejor, a pesar de cualquier circunstancia que estemos viviendo. También la educación emocional nos permite reconocer el sentir de los demás, y con ello ser empatico, comprensivo y respetuoso con los procesos de quienes nos rodean, además de acompañarlos en una forma más funcional y sana.
Pretendemos enseñar a nuestros hijos a pensar y razonar sin antes enseñarlos a sentir sus emociones conscientemente, siendo que las emociones son reacciones biológicas necesarias para la supervivencia, así como respirar, comer y dormir. Las emociones son energía en movimiento que nos brinda información valiosa y primordial para darnos cuenta de cómo estamos percibiendo e interpretando una situación, y cómo podemos responder ante eso que nos pasa de la mejor manera posible.
Las emociones y las sensaciones son la forma en que el cuerpo nos comunica acerca de lo que necesitamos, y aunque estamos sintiendo todo el tiempo, la mayoría de las veces no nos damos cuenta de esas emociones y sensaciones, y tampoco somos conscientes que estamos reaccionando y decidiendo desde esas emociones. De hecho tenemos muchas instrucciones heredadas sobre NO sentir las emociones:
“No llores” “No pasa nada” “No te enojes” “No tengas miedo” “Los niños no lloran” “No estés triste”… y así tantos condicionamientos que recibimos en nuestra infancia y luego repetimos con nuestros hijos, sin darnos cuenta que seguimos limitando una necesidad de todo ser humano de sentir y expresar sus emociones, es tan importante contactar conscientemente con ésta reacción natural y espontánea de nuestro cuerpo.
Enseñemos a nuestros niños también a sentir conscientemente, a darle nombre a eso que sienten, a validar lo que sienten y cómo sacar esas emociones, sin lastimarse ni lastimar a los demás. Recordemos que si reprimimos las emociones y no las atendemos, finalmente se afectará también nuestra salud física: “el cuerpo expresa lo que la boca calla”.
SIEMPRE ESTÁ BIEN SENTIR LO QUE SIENTO.
Liz Kanno Bien Estar Emocional