Bienestar Emocional

 

ME CUIDO, TE CUIDO, NOS CUIDAMOS.

Ante la emergencia sanitaria a nivel mundial escuchamos muchas recomendaciones para evitar el contagio de un virus que ha puesto al mundo de cabeza: usar cubrebocas, el lavado de manos, distanciamiento social. Considero que estamos poniendo más atención en esas acciones preventivas de enfermedad que en la raíz del problema de salud: la falta de compromiso que tenemos en el cuidado de nuestro cuerpo, no solamente a nivel físico, sino también a nivel emocional y mental.

Esta pandemia ha evidenciado la falta de interés por mantener un cuerpo sano, nos acostumbramos a vivir con algún síntoma, con el tiempo olvidamos lo que es vivir sin ese dolor de cabeza, esa constante molestia estomacal, esa falta de energía, ese agotamiento diario, ese dolor muscular crónico o cualquier malestar que hemos aceptado como algo “normal”. Nuestro estilo de vida enfocado en el constante “hacer”, trabajar, obtener recursos, nos distrajo de lo más primordial que era cuidar a nuestro cuerpo, este maravilloso templo en donde vivimos, y muchas veces cometimos abusos al tener largas jornadas laborales, pocas horas de sueño, poco descanso, una alimentación deficiente, desorden en los horarios de comidas, poca o nula actividad física, además del evidente incremento en el estrés que ya es parte de nuestra rutina diaria, también normalizamos esa constante tensión física y emocional, aceptamos esa condición alterada de nuestro cuerpo y olvidamos lo dañino que es para la salud.

De la misma manera el inadecuado manejo de nuestras emociones, y la adaptación a vivir en entornos familiares y sociales muy lastimados y en constante conflicto nos ha hecho pensar que “así nos tocó vivir”, resignándonos a SOBREVIVIR en un mundo enfermo.

Si en algún momento dejamos a un lado el cuidado de nuestro cuerpo, de nuestras emociones y de nuestra mente, ahora podemos retomar ese compromiso que tenemos con nosotros mismos. Cuidarnos va más allá de evitar contagiarnos, cuidarnos requiere prestar atención a mi estilo de vida, mis rutinas, hábitos, estado emocional y pensamientos frecuentes. Cuidarnos requiere escuchar las necesidades de nuestro cuerpo, conectar con su sabiduría y acompañarlo en los procesos de reparación. Cuidarnos requiere cambiar y mejorar lo que no contribuya a mi salud y bienestar integral, no sólo en alimentación y actividad física, sino en nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos, con las personas y con el medio que nos rodea.

Dejemos de culpar al virus, a la pandemia, a las carencias y deficiencias de la humanidad y enfoquemos nuestra atención en los cambios que cada uno sabe que necesita hacer, ocupándonos en lugar de preocuparnos.

Al sentirnos bien podemos estar bien con los demás, y eso también es cuidar a los otros,  compartirles una versión de nosotros que colabore, que aporte, que sume, que impacte positivamente en nuestro entorno. Si cada uno se compromete a estar bien consigo mismo, cada uno hace lo que le toca para mantener el bienestar personal, familiar y social: “me cuido, te cuido, nos cuidamos”.

 

Liz Kanno

Especialista en bienestar integral.

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