Hoy extraño nuestro ENCUENTRO

Por Ale Aguilar

Una pandemia, una pandemia y el mundo se detuvo por un instante, se sacudió y entre millones de personas cada uno lo va asimilando a su manera. Tanto por aprender y tanto que hacer, y la vida sigue su curso.
Hay quienes han ido al interior y visitando sus sombras y tocando lo no placentero van descubriendo que hay cosas no dichas. Este afán de enfocarnos en lo bueno a veces hace que la nostalgia pase desapercibida, al fin y al cabo, tenemos MIL maneras de mantenernos en contacto, y eso es cierto e incluso de agradecerse (bendita tecnología). Sólo que hoy elijo decir lo que hace mucho no te he dicho.
Hace ya un tiempo considerable para el corazón que nuestros encuentros no son personales y las rutinas nos alcanzan y las pantallas no son suficientes por eso te digo que te extraño, que eres una parte muy importante en mi vida y he disfrutado mucho de tu presencia.
Hace tanto que no te he dicho en persona que te quiero y lo mucho que valoro tus palmaditas, tus abrazos y las palabras de cerquita. Cada momento que hemos compartido es una estrella en el cielo de mi existencia y hoy te lo escribo porque igual lo siento. Confieso que sí me ha costado entender que la vida nos haya traído la “separación” para mostrarnos las GRANDIOSIDAD de la unión, esa que tal vez cuando la vivimos era tan cotidiana que pasaba inadvertida.
Hoy extraño tenerte cerca, a mi lado, frente a mí, con un café de por medio o compartiendo el mismo espacio; extraño la expresión de tus ojos y tus manos que no es la misma frente a la pantalla y la mezcla de los perfumes que forman parte de nuestra identidad.
Hay momentos que quisiera tener un arrebato de “no importa” y reunirme contigo y con todos los demás, así como hemos acostumbrado, JUNTOS, y ahí la responsabilidad me abraza para cuidarme y cuidar de lo que más amo,mis hijas, mi familia… entonces me dentengo, me guardo, incluso relfexiono en el regalo del encierro: tanto que aprender adentro, todo lo integrado de ese mundo que somos nosotros y que gracias a esta pausa visitamos con más frecuencia: nuestro interior.
Y ¡Cuánto salió! ¿verdad? Todo lo sentido, tocado y descubierto. Definitivamente que esto ha sido una gran lección y un GRAN MOMENTO compartido, sin importar edades, razas, zonas geográficas además de comprender que cada uno lo vive a su manera. Respetar que cada cual aprende lo propio, es parte de estas enseñanzas.

Hoy nos acompañamos en este andar y aunque me cuido y te pido que lo hagas, hoy extraño nuestro ENCUENTRO.