NUTRICIÓN CLÍNICA

Trastornos alimenticios: Anorexia y Bulimia.
Por L.N. Karla Talamás

Cada año miles de adolescentes padecen trastornos alimenticios o problemas de peso, alimentación o imagen corporal. Los trastornos más comunes son la anorexia y la bulimia nerviosa. Se estima que 1 de cada 100 adolescentes lo padece, en su mayoría son entre 13 y 17 años ya que es cuando se tienen más cambios físicos y emocionales además de presiones académicas o familiares.
Los que padecen anorexia sienten miedo real a engordar y tienen una imagen distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Es por esto que no pueden mantener un peso corporal normal. Muchos adolescentes con anorexia restringen la ingesta de alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico excesivo. Apenas comen, y lo poco que ingieren se convierte en una obsesión. Por lo general son personas delgadas con peso inferior al normal.

En el caso de la bulimia, quien la padece se da grandes atracones de comida (come en exceso) y después trata de compensarlo con medidas drásticas, como el vómito inducido o el ejercicio físico en exceso para evitar subir de peso. Con el tiempo, esto puede resultar peligroso, tanto física como emocionalmente. Por lo general son personas que están en un peso normal o un poco excedidas.

Es difícil poder saber si una persona tiene un desorden alimentario pero analizando los siguientes puntos será más fácil identificar y ayudar a quien lo padece.
Actitud de anorexia Actitud de bulimia
• Adelgazan mucho
• Control excesivo con el peso
• Se pesan muy seguido
• Se llenan de agua no de alimento
• Evitan algunos alimentos
• Cuentan los alimentos y calorías
• Están cansados frecuentemente
• Tienen mucho frio • Temor a aumentar su peso
• No acepta el tamaño de su cuerpo
• Esta frecuentemente en el baño
• Solo come alimentos dietéticos o con bajo contenido de grasa.
• Compra laxantes y diuréticos
• Hace mucho ejercicio tratando de quemar calorías

Algunas de las consecuencias de la anorexia en un paciente seria: disminución de la presión arterial y pulsaciones. Pérdida del cabello y debilitamiento de las uñas. Ausencia de la menstruación por escasa cantidad de grasa. Mareos e imposibilidad de concentrarse. Anemia y fragilidad ósea. En el caso de la bulimia, los vómitos constantes y la falta de nutrientes pueden ocasionar: daño en el estómago y los riñones. Deterioro de los dientes debido a la exposición a los ácidos gástricos. Pérdida de potasio y otros minerales (esto puede ocasionar problemas cardíacos e incluso la muerte), entre otras consecuencias.

Afortunadamente, los trastornos alimentarios pueden tratarse. Es importante saber identificarlos y contar con el conocimiento indicado para apoyar a la persona que lo padece. Debido a que están relacionados tanto con la mente como con el cuerpo se necesita de un equipo de trabajo que incluya nutrióloga, psicóloga y médico para evitar recaídas.