¿ELIGES LA SALUD O EVITAS ENFERMARTE?

Por: Liz Kanno, Especialista en bienestar integral.

El tema de la salud está en constante actualización, vivimos en una época donde los cambios son más rápidos y bruscos, donde la ciencia también está abriendo su visión antigua que se limitaba a mirar únicamente la materia y hoy reconoce la existencia de la energía que mueve esa materia, esa energía que se mueve con los pensamientos, con las emociones, la energía del mundo NO visible.

Es evidente que no podemos seguir hablando de la salud de un cuerpo, sin mirar a la mente que se expresa a través del cuerpo. La forma de pensar, de sentir, de actuar, el entorno físico y emocional, el estilo de vida, etc. son temas que no pueden ser excluidos al hablar de las enfermedades, todos ellos en conjunto forman parte de nuestro bienestar.

Hay un punto crucial que quiero compartirte y que consideres observar desde donde haces lo que haces, desde donde te mueves, en donde te encuentras generalmente para tomar tus decisiones sobre tu salud. La frontera está en la forma: desde la consciencia o el miedo, son dos lugares totalmente diferentes y opuestos.

Hablemos del miedo, en donde estamos cuidando nuestra salud desde la precaución y la prevención, con esta sensación de evitar enfermarse, pero nuestra atención no está en la salud, sino en alejarnos del peligro, percibimos un entorno amenazante, inseguro para vivir, entonces el cerebro entra en estrés, en modo sobrevivencia. Desde nuestra biología pensar y sentir miedo nos ha acompañado desde siempre, forma parte de nuestro instinto animal, sin embargo, como seres humanos nuestro cerebro también tiene una parte más evolucionada que es capaz de CREAR una nueva realidad, diferente, sobre todo en la manera en que se vive. Recordemos que la forma de cómo percibimos el mundo está condicionada por la información que disponemos para filtrar, interpretar y traducir eso que vemos. Al final, nuestra realidad es como la vemos, según lo que pensamos de ella.

Por otro lado, la consciencia nos provee un estado de confianza, de certeza, de tomar decisiones con conocimiento y comprensión, con información suficiente para garantizarte un entorno externo e interno saludable, en balance y equilibrio, funcional para tu estilo de vida. En estado de consciencia confías en los procesos biológicos de tu cuerpo, los acompañas, no los rechazas, los transitas cubriendo las necesidades que tu cuerpo requiere, ya sea tiempo, descanso, cambio de hábitos. Desde la consciencia TU eres responsable de tu salud, no la delegas a nadie. Desde la consciencia te reconoces CREADOR de tu realidad.

El bienestar se SIENTE, se vive, se experimenta, no es un discurso mental. Tu cuerpo es tu guía para indicarte tu forma de pensar, es simple: vives tranquilo o vives con inquietud, vives en confianza o con miedo, vives en estrés constante o en , tienes energía o vives agotado, te sientes en tensión o en relajación, tu cuerpo se recupera rápidamente de una enfermedad o más bien frecuentemente se enferma y ese es tu “normalidad”.

Quizás tu cuerpo sea un buen mapa para observar lo que ocurre en tu vida.