La Vereda

El derecho al juego y a la recreación

Por Adriana Vargas

En La Laguna existen pocos lugares de recreación exclusiva para la infancia, donde los padres no influyan o se utilicen como guardería o sitio para que las madres socialicen.

En Torreón, las mamás con justa razón muchas veces, buscan un lugar donde relajarse, tomar un café y platicar mientras los niños juegan. Pero casi nadie había pensado en un espacio donde los protagonistas sean los niños y las niñas, sin acceso a video juegos, wifi o tecnología; donde no importa que hagan sus papás porque es un tiempo cien por ciento para ellos.

Esta ausencia de espacio y de tiempo para la infancia, llevó a Raúl Esparza, cuenta cuentos y promotor de los derechos de los niños a abrir la Casita de Artes y Juegos Iguamira. Una ludoteca que el próximo mes de febrero cumplirá 3 años.

Se ubica en el centro de la ciudad y el espacio cuenta con una acogedora área de bienvenida, salón para la lectura  y teatro guiñol, artes plásticas, un arenero, área para menores de 3 años y más juegos didácticos. Únicamente se cobra 30 pesos por infante y el lugar cuenta con apoyo de jóvenes especializados en el tema.

Para Raúl Esparza, este lugar no es una guardería. Entre semana abre por las tardes y el sábado es el único día en el que los padres pueden dejar ahí a sus hijos solos un rato, siempre y cuando sean mayores de 4 años. Los demás días, deben esperar ahí a que sus hijos vivan un tiempo de esparcimiento.

Casita Iguamira funciona como asociación civil, financiada por algunas personas interesadas en un proyecto altruista. Incluso, Raúl y sus colaboradores salen dos veces al mes a colonias de Torreón a llevar juegos, canciones, cuentos y demás. Todo esto, sin apoyo gubernamental.

Después de los hechos ocurridos en el Colegio Cervantes hace unos días entrevisté a Raúl en la ludoteca, su punto de vista es importante en un momento donde la niñez ha pasado a segundo o tercer plano en la agenda de preocupaciones de la mayoría de las instituciones y de una buena parte de la sociedad.

Él fue enfático, al expresar su sentir hacia este episodio: “es el abandono a su suerte de la infancia, porque todos andamos muy locos muy frenéticos, desesperados. Esta realidad es algo que nosotros vimos, por eso decidimos reunirnos hace 3 años para abrir este lugar, porque no hay lugares dedicados a ellos, sigue sin haber”.

Casita Iguamira se ubica en calle Juan Pablo Moya número 443, cerca del Blvd. Independencia y Calle Ramón Corona. Es preciso conocerla, difundirla, apreciarla como un valor, un tesoro, como pocos quedan en Torreón para defender el derecho al juego en la niñez.

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Adriana Vargas / Periodista en La Vereda: Arte, Sociedad y Ocio.

Cel: 8711 839482