Asesoría Financiera

Hablemos de deudas

Por Brenda Macías

Sin duda durante mi experiencia, los casos más complicados que he visto son acerca de deudas, y esto va desde la persona que debe al banco y lleva varias mensualidades sin pagar, como el amigo que le debe a otro amigo y aunque por ser “amigo” no le cobra intereses eso se complica al convertirse en algo moral.

Pero aquí la pregunta crucial es ¿Por qué existen las deudas? ¿Qué origina endeudarse?, bueno pueden ser muchas razones y el problema no es la deuda en sí misma, sino si la podemos pagar o no y como llevamos nuestras finanzas en ese aspecto.

Mucho he hablado en estas columnas y en otros espacios acerca del origen de los problemas financieros, el no hacer un presupuesto, no llevar un control de ingresos y egresos, y todo eso que nos ayuda a poder tener unas finanzas sanas, pero pienso que esto va más de fondo debido a la parte emocional.

Sí, en efecto todo se deriva de la parte emocional, de la forma como nos encontremos en nuestro interior (y sonará cursi), es la importancia que le vamos la brindar a nuestras finanzas. Esta es una historia real y de alguna forma llegó a mí, y me hizo darme cuenta de que si no estamos bien por dentro nuestras finanzas también reflejan ese estado de ánimo. Este es Jesús, un chavo en sus treintas, que trabaja y lleva una vida “bien”, planeando su boda en un año y con un trabajo estable, no cuenta con gastos fijos, únicamente la contribución a su evento junto con su prometida, con quien comparte una cuenta bancaria. Un día recibo un mensaje de voz en donde me pide ayuda y asesoría porque tiene un problema de deuda, cuando hablo él le pregunto cómo se originó su deuda, ya que lo más común que me he encontrado es por compras innecesarias como se llega a endeudar una persona, pero no en el caso de Jesús su respuesta fue puntual: ludopatía. En fin, dentro de todo el escenario realmente pensé esto es algo más complejo que solo salir de la deuda, es conocer el porque sucedió, los pensamientos que pasaron por Jesús para sentir un poder de tener ese “dinero” en sus manos que no era precisamente de él y sin pensar en consecuencias o bien en saber si cuento con el dinero suficiente para pagar.

Así que hablando de deudas no solo es porque ocupamos hacernos de un bien como una casa o aprovechar alguna buena oferta, sino también por temas delicados y más profundos que hay que tratar con ayuda de una red de apoyo y especialistas en la materia.

Si tú estas sumergido en una deuda sea la causa que hay sido, y sientes que no hay escapatoria, lo primero es que lo platiques y compartas, con tus seres queridos y también un profesional que te ayude a diseñar un plan de acción para salir de deudas, y a la par revisar la parte emocional y psicológica que te hizo caer en esa situación.

Lo más importante es que sepas que sí hay solución, que sí hay una salida siempre y cuando quieras y estés consciente de tu situación.