FINANZAS

No lo dejes a tu suerte

Uno de las cuestiones que tenemos que considerar como parte de nuestra vida financiera es el ahorro para nuestro retiro, esto no es una cuestión de quienes somos o que poseemos o bien si trabajamos para una empresa o si somos dueños de nuestros negocios, o bien si somos independientes; esto es una cuestión de pensar en nuestro futuro y tomar la rienda de nuestra vida en algo que es inminente que va a llegar, que es la etapa de nuestro retiro.

A lo largo de nuestra vida contamos con distintas etapas, siempre tendremos gastos si no es el cambio de carro, es la entrada el colegio de nuestros hijos o hijas, es la fiesta de cumpleaños, es el regalo de navidad o cualquier otra cosa que se te venga a la mente, sin embargo, en estos tiempos el hacer algo por nuestro retiro ya no se trata de una opción o algo que por gusto queramos hacerlo o no. Te pongo el ejemplo, ¿cuántos parientes lejanos o cercanos de edad adulta conocemos en donde su situación económica en esta etapa es dependiente, precaria y sin ningún ingreso? Seguramente te acordaste de algún tío, tía o más cercano nuestros padres que dependen de nosotros como hijos en muchos aspectos; principalmente económicos.
Ahora bien, para ellos que están en edad adulta y me refiero a una edad cercana a los 60 años y no hablo de si tener o no tener la capacidad física para continuar trabajando, pero vamos a ser sinceros ¿Qué es mejor trabajar por necesidad o gusto? ¿hasta qué edad te ves trabajando si es por necesidad? Y sobre todo a una edad avanzada donde el factor edad juega un papel importante para temas laborales.
Sin ser fatalista ni nada por el estilo, mi intención es crear conciencia en que esto es importante y que hacerlo a una temprana edad nos ayudará a contar con un respaldo económico para cuando lleguemos a nuestros sesentas podamos vivir una vida cómoda y sin preocupaciones económicas, no ser dependientes financieramente hablando de nadie.
Hoy te invito a hacer la siguiente reflexión de este tema de manera individual y después compartirlo con tu pareja, con tus amistades, con tu familia. Haz que tú joven de hoy cuide por tú yo del futuro. Y ¡no lo dejes a la suerte!