Desaparecer un rato

Por: Ale Aguilar

¿Cómo te encuentras después de un asueto?

En México este fin de semana fue largo, le decimos así porque el lunes fue día inhábil (par la mayoría de las personas) y además a éste, en específico, se le llama BUEN FIN; y es que en nuestro país es un evento comercial en le que diversas empresas fomentan el comercio mediante promociones en sus tiendas. Y hoy reflexiono en la dualidad que se vive en estos días. Por una parte se encuentran quienes aprovechando las ofertas acuden a realizar las compras que necesitan y se vive un “minicaos” carros por donde quiera y comercios abiertos hasta altas horas de la noche.

Pero también se puede vivir, si se elije, un momento de AUSENCIA, para hacer cosas que no hacemos comunmente. A mí me gusta “perderme” de lo público y disfrutar a mi familia. Y OJO, no digo que cuando compartimos lo que hacemos en la redes sociales sea igual a no gozar, no estoy peleada con tomar fotos y compartirlas, de hecho me encanta hacerlo, pero también creo que hay momentos que se disfrutan “desaparecidos”.

Tuve la oportunidad de ver una reunión de hermanos, mis tíos con mi abuelo y alrededor de ellos la generaciones que les seguimos. Me gusta DESAPARECER para convivir y ser testigo de la unión de mi familia.
Tambien pude celebrar la vida, (esa siempre la celebramos) pero en este fin de semana lo hice mediante un ritual con el clan femenino de la familia, y me impactó escuchar a la mayor de ellas decir : Yo he visto nacer a todas mis sobrinas, pero también a todos mis hermanos, y celebrar la llegada de los nuevos, los hijos de los sobrinos; y pensé qué bendición tan grande es poder contar con la familia. Tener una vida en la que se puedan guardar las memorias de generaciones y generaciones.

En esta DESPARACIÓN también pude festejar el próximo cumpleaños de mis hijas, y ver cómo disfrutaban su momento al lado de ellos LA FAMILIA, verlas rodeadas de tanto amor, como el que en este fin de semana expresé frente a mi clan, fui una niña muy amada y consentida, como sé lo fueron quienes están arriba de mí, y como sé lo son quienes vienen a nuestro cuidado y siguen llegando,

Qué maravilla poder DESAPARECER de las redes a veces, para DISFRUTAR a la familia, para respirar (como una pausa, porque eso lo hacemos mientras estamos vivos, diría mi amigo Sócrates) para observar, para decir lo que sentimos, para dar, para convivir, y hasta para comprar, quienes así lo decidieron para aprovechar las promociones del BUEN FIN.

Este definitivamente fue para mí no un BUEN FIN, sino UN EXCELENTE FIN, y mi mejor regalo fue darme la oportunidad de desaparecer para cargarme de energía con quienes se experimenta el más puro AMOR, porque es con la familia con quienes podemos ser, solo SER.

¿Y tú qué haces cuándo desapareces?