Pantallas.

Por: Manuel Blanco, Consultor RH

Desde la llegada de la televisión a nuestras vidas, nuestros ojos han dejado de invertir tiempo en el paisaje y en las personas para enfocarlo en una pantalla.

La generación de los Baby Boomers sólo posaba sus ojos en una pantalla, la televisión. Las familias de estas personas pasaban gratos momentos por la tarde noche disfrutando de programas de concursos, noticias y las primeras series cómicas, de aventuras y drama. Salían de la oficina y el trabajo se quedaba ahí, no “viajaba” con ellos a casa. Sus labores en la oficina implicaban interacción con los otros y en su mayoría, reuniones, la elaboración de cartas, memorandos y documentos que se enviarían por correspondencia. Uno de los avances tecnológicos que cambio la historia para ellos fue la fotocopiadora y el fax. Inventos que permitieron tener duplicados de sus documentos elaborados en máquinas de escribir y ser enviados con rapidez al destinatario. Ellos no tenían una computadora personal en la oficina. Sólo una pantalla en su vida.

La generación “X” mantuvo sus ojos en la televisión, la que evolucionó con propuestas como MTV y la llegada de los sistemas de cable. Por otro lado surge una segunda pantalla, la Computadora. Las oficinas empiezan a emigrar de las máquinas de escribir a las computadoras personales o PC´s, lo que se incrementó con la llegada del Internet. La comunicación y el acceso a la información empezó a tomar dimensiones nunca antes vistas. El correo electrónico se convirtió en el medio de comunicación por excelencia y fue poco a poco terminando con las conversaciones. La generación “X” busca mayor crecimiento en las empresas a menor edad, por lo que el trabajo empieza a ser parte de su vida, cenas con altos ejecutivos, reuniones a altas horas de la noche y correos electrónicos a cualquier hora, gracias al internet la conectividad es posible fuera de la oficina. Una innovación importante fue la llegada de los videojuegos, por lo que la televisión de casa empieza a tener usos adicionales.

La generación “Y” o “Millenials” nacen en una época de grandes cambios sociales y tecnológicos. La computadora personal empezó a ser una herramienta indispensable en los distintos ámbitos de nuestra vida, el correo electrónico es el principal medio de comunicación y empiezan a aparecer sistemas de mensajería instantánea en donde puedes “platicar” de manejar virtual con personas de cualquier parte del mundo siempre que tengan internet. Un par de pantallas se agregan a la vida de estas personas: las consolas de videojuegos y el celular. Aparecen las primeras plataformas portátiles de videojuegos que nos permitieron “pasar el rato” mientras esperas en la fila o aguardas ser atendido por el doctor. Estas consolas portátiles siguen mermando las conversaciones e interacción entre las personas. Un nuevo fenómeno surge, todo a la mano, todo disponible, lo que ocasiona que las personas soporten cada vez menos la frustración. La otra pantalla, aunque rústica, fue la del teléfono móvil, el cual nos permitió estar en contacto desde cualquier punto con cualquier persona. Ya no tenías que esperar para estar en contacto con alguien, sólo era cuestión de marcar y listo, las cosas sucedían. Estas personas recibieron la llegada del internet inalámbrico que permitió estar conectado sin necesitar cables o el teléfono de casa, lo que con el pasar de los años llegó al teléfono móvil convirtiéndolo en “teléfono inteligente”. Los “Millenials” empiezan a vivir una realidad diferente buscan el placer, viajar, experimentar, estar en contacto constante y emprender. La llegada de las redes sociales como Facebook y los mensajeros instantáneos empiezan llevar mano en la conversación. Las cuatro pantallas que maneja esta generación siguen modificando la manera de relacionarnos socialmente, familiarmente y laboralmente. Los conceptos de movilidad laboral y home office empiezan a tomar fuerza. Las estructuras de las organizaciones son cada vez más horizontales con menos jerarquías y más aprendizaje. Esta generación deja de considerar importante estudiar una maestría o tener un rango académico, como la generación “X”, pues los tutoriales e información de la red toman su lugar, la gente es autodidacta aprendiendo del mundo mediante los otros y su propia experiencia.
Por último están las personas que acaban de cumplir la mayoría de edad, la generación “Z” o “Centenials”, personas que viven con cinco pantallas, que pueden hacerlo “todo” desde cualquier punto, pueden trabajar desde casa, pueden vigilar su casa desde el café, pueden tener juntas de trabajo desde su Smartphone, en fin, son la generación que busca ganarse la vida obteniendo recursos económicos de sus hobbies. Son los hijos o nietos de la generación “X”, y algunos pocos, hijos de “Millenials”. Las pantallas están en todo momento y en todo lugar, para la diversión, el trabajo, la escuela y la socialización. La vida privada es un recurso en peligro de extinción. La vida parece perfecta en Instagram y plataformas como Facebook una bonita reunión en casa de la abuela. La computadora personal se usa cada vez menos, así como el correo electrónico sustituyéndose por Tabletas electrónicas y mensajería como WhatsApp. Todo debe ser un inmediato y efímero. Esta generación no busca tener un empleo, busca ser emprendedor y que su negocio sea aquello en lo que le gusta pasar el tiempo, es decir, que su trabajo sea su forma de vida, aquello que le gusta hacer. Pasa en general, toda su vigilia conectado a una pantalla, revisando más de 150 veces por día el teléfono celular y atendiendo clases o aprendiendo desde su tableta o computadora portátil.

Las pantallas que han aparecido en nuestras vidas han generado cambios en la forma de hacer las cosas y en la manera de vivir la vida. Lo que también es cierto es que demandan más de nuestros cerebros y generan fatiga y un sobre esfuerzo de cada uno de nosotros. Estamos sobre estimulados y con tanta información las decisiones se vuelven complejas y nos exigen considerar un sin fin de variables.

¿Cuántas pantallas hay en tu vida? ¿Cómo han impactado en la forma en que vives?

¿Te imaginas lo que está por venir?

Sólo el tiempo nos dirá cómo cambiará nuestra vida en el futuro.