In crescendo

Gracias Santiago

1.LA CULTURA: UN SISTEMA COMPLEJO
Cultura es un concepto difícil de definir. La definición de Cultura es como una ola, que cuando logra ser ya no es ninguna. En el estudio de lo cultural es tan fácil equivocarse, tan fácil desactualizarse, tan fácil caer en la provocación, como tan fácil y ligero es decirse a sí mismo “promotor cultural” …y a la vez, ¿quién no lo es? Estudiar lo cultural desde la ciencia no es algo ni nuevo ni vanguardista. Pero si una práctica que apenas comienza a ponerse “de moda” en las universidades mexicanas.
Luego de 20 años de ser “el más urgente de los asuntos sin importancia”, el asunto cultural ha alcanzado la relevancia que merece; observemos el caso Coahuila, que cuenta, actualmente con una secretaría de estado -con siete años de promulgación- que se ocupa de los asuntos referentes a la Ley Estatal de Cultura de Coahuila, marco jurídico sobre el que se cimientan las garantías individuales y colectivas de los coahuilenses en este rubro.
Existen también una Comisión de Educación, Arte y Cultura del congreso estatal; y sus equivalentes a nivel ayuntamientos en las principales cabeceras municipales conformada por regidores locales y, por tanto, direcciones municipales de cultura, quienes se ocupan del tejido fino y sensible, es decir los asuntos de la identidad regional. Coahuila cuenta también con varios consejos ciudadanos y un nutrido número de patronatos que velan por las instituciones desde lo particular y, súmele esto… desde hace 13 años la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C) es sede de un posgrado internacional que se enfoca en este complejo tema: la Maestría en Promoción y Desarrollo Cultural.
La suma de presupuestos, que van de los programas municipales a los federales, acumula varios millones de pesos que se aplican en la manutención de toda clase de proyectos e instituciones, nóminas y empleos directos e indirectos, museos, teatros, salas y galerías, festivales y ferias, encuentros y premios, entre otros.
Todo lo anterior que les relato es para que finquemos lo amplio y profundo que es sistema cultural y cómo su transversalidad trastoca el desarrollo social, el educativo, y el económico; cuál es su influencia en el desarrollo local y así, partamos del nivel de relevancia y la urgente necesidad de capacitación, más que profesional, profesionista -académica y colegiada- que acompañe la enorme estructura y superestructura que hoy en día, al menos en México, significa Lo Cultural (lo escribo ahora sí, con mayúsculas).

2.SANTIAGO CHÍO entra en escena
El Mtro. Santiago Chío Zulaica ha sido, desde hace más de 30 años, un referente y punto de partida de la Cultura como objeto de estudio académico en Coahuila y, por supuesto, en México. En la ciudad de Saltillo, su legado académico empieza donde abre un paréntesis a su carrera como concertista de guitarra clásica para fundar, dentro de la UA de C, la Escuela Superior de Música (ESMUAdeC), institución que abrió sus puertas a muchísimos músicos que soñaban con serlo profesionalmente, pero no podían pagar por educación profesional privada y/o fuera del estado. Chío Zulaica fue primero coordinador y después director de esta noble institución.
En 2005, Santiago conoce al entonces director de Capacitación de Vinculación del entonces CONACULTA (hoy Secretaría de Cultura del Gobierno Federal) el mítico antropólogo José Antonio Mac Gregor Campuzano y a Lluis Bonet, de la Universidad de Barcelona, trinomonio que resulta en la Maestría en Promoción y Desarrollo Cultural; misma que a la fecha cuenta con cerca de 300 egresados en 10 generaciones, más tres en curso. Su alcance abarca estudiantes inscritos de la mayor parte de los estados de la República Mexicana y de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, España, USA y Venezuela.
Los gestores culturales e investigadores más importantes de México y de otros países que han formado parte del programa académico como maestros o consejeros es de envidiar a cualquier universidad, y referiré citando al propio Santiago: José Antonio Amozurrutia de María y Campos; Ángel Patricio Chaves Zaldumbide; Gabriela de la Peña Astorga; José Luis González Martínez; Jorge Alejandro González Sánchez; Aline María Gras Gas; Alfonso Hernández Barba; Liliana López Borbón;; Margarita Maass Moreno; Guadalupe Moreno Toscano; Eduardo Vicente Nivón Bolán; Carlos Enrique Orozco Martínez; Silvia Peláez Polo; Adriana Pantoja de Alba; Andrea Barrios Nogueira; Ana Lucía Recamán Mejía; Eduardo Cruz Vázquez; Mónica Cecilia Suárez Arteaga; Ingrid St. Claire Lozano Woolrich y José Antonio Mac Gregor Campuzano.
Tengo el honor de pertenecer a la generación 12 de los inscritos en esta maestría y aspiro a egresar y titularme como maestro junto a una inefable generación de la que me siento hermanado. Desde mi muy personal punto de vista, el contenido del programa busca no sólo el ordenamiento sistémico del conocimiento y la instrumentación para la práctica. Hay algo más, mucho más profundo respecto al método para entender el perfil práctico que busca la maestría: La intervención de la realidad social. Ésta, bajo una metodología que sus profesores defienden y celan con pasión de evangelizadores.
Hace pocos días, sin decirnos más, Santiago Chío ha dejado de ser parte del programa y de la universidad. Su carta de despedida para colegas y amigos nos deja un enorme hueco en el pecho y la pregunta de cuál será el rumbo que tome la institución sin una previa (evidente) preparación para su salida.
Decía Ryszard Kapuscinski que para ser buen periodista había que empezar por ser buena persona. Y evidentemente la fórmula aplica a los promotores y gestores culturales. No se puede de otra forma. Santiago Chío es de esas buenas personas que el mundo necesita para cambiar para bien. Su aportación está hecha. Su legado es inequívoco e invaluable.
Hablar de Chío Zulaica, desde la perspectiva de haber sido su alumno, es ya un honor que podré portar como una medalla. Entré casi “barrido en home” a ese honor, pero podré presumirle a propios y ajenos a la Cultura haber alcanzado el tren de largo recorrido que es discutir con Santiago, coincidir, discernir o intercambiar, pero siempre crecer a la luz de sus comentarios, claridosos o enigmáticos.
Santiago Chío Zulaica deberá ser reconocido como músico, gestor cultural y académico, pero aún más, como referente y protagonista de un cambio paradigmático de lo concepción de la Cultura en México. Y que mejor reconocimiento que la gratitud.
Gracias Santiago, por estar en La intersección.
POSDATA
Mientras escribo y corrijo estas líneas me entero de que Santiago es reconocido con la Presea Manuel Acuña. Un homenaje que pueblo y gobierno de Saltillo, Coahuila; rinde a hombres y mujeres cuyas aportaciones contribuyen al fortalecimiento del desarrollo e identidad de esta comunidad norestense… a nombre de tus alumnos de la generación XII de la MPyDC ¡Enhorabuena, Santiago Chío!