El trabajo y el lenguaje.

La palabra trabajo en cada cultura tiene un significado y nos evoca sentimientos y emociones particulares. En español si buscas la palabra “Trabajo” en el diccionario encontraras palabras como “Dificultad, impedimento, molestia, tormento, suceso infeliz, penalidad, perjuicio y Ocupación retribuida” (Diccionario de la Real Academia de la Lengua). Imagina lo que hacen estos conceptos en nuestra mente, como nos hacen sentir con relación al trabajo.
En mi caso recuerdo que las primeras ideas que recibí de trabajo fueron en mis clases de catecismo, como consecuencia del destierro del paraíso: Antes lo teníamos todo, por haber desobedecido a Dios ahora teníamos que “ganarnos” las cosas con el sudor de nuestra frente. Primera idea, el trabajo es un castigo por haber desobedecido a Dios.
Conforme avance en mi vida, fui conociendo otras formas de ver la palabra trabajo, frases como “perseguir la chuleta”, “partirme el lomo”, “El que no tranza no avanza”, entre otras, fueron creando en mí una forma de ver el trabajo y el empleo.
Cuando llegó el momento de estudiar y prepararme para iniciar con mi carrera profesional, la pregunta fue, a qué me quiero dedicar cada día de mi vida, cuál es el estilo de vida que quiero mantener, cómo quiero que sean mis colegas, qué calidad de vida me traerá esta carrera, además de pensar en mis habilidades y talentos. Después de mucho pensar, indagar, platicar y buscar decidí estudiar psicología.
La psicología me permitió entenderme y entender el comportamiento de las personas con relación a temas relevantes de los individuos: La familia, la pareja, el trabajo, el tiempo libre, sus sueños, anhelos, deseos, complejos, etc. Terminé la carrera y probé la terapia individual y grupal, sin embargo la vida me llevó a entender a las personas en su vida Laboral.
Con todos los prejuicios que la religión y la sociedad pusieron en mi cabeza, ingresé al campo laboral. Me di cuenta que la mayoría de las personas viven el trabajo como un mal necesario para ganar dinero que les permita disfrutar los otros aspectos de su vida. Algunos otros lo ven como un refugio de los problemas personales o familiares, y el resto de la población lo ven como el medio para realizarse en uno de los aspectos de la persona. Sólo algunos en su cerebro tienen un concepto de trabajo que no tiene relación con castigo, imposición sino con realización y logro.
Poco a poco entendí que la vida laboral no era sólo un “Castigo Divino”, sino un medio para ser una mejor persona, una manera de contribuir a la sociedad, una manera distinta para ser feliz y realizarme. En mi búsqueda conseguí libros, testimonios, conferencias y consejos que me ayudaron a entender que el trabajo es el 33% del tiempo y éxito en mi vida, un aspecto muy importante en la vida de las personas.
Desde que ingresé a ser parte del mundo laboral las cosas han cambiado mucho. La llegada del teléfono inteligente, el internet portátil, el correo electrónico, la mensajería instantánea han transformado la forma de trabajar y el concepto que tenemos de la dichosa palabra. Ahora es posible trabajar en cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier dispositivo. Las jornadas laborales han dejado de ser importantes, lo crítico ahora son los resultados y los entregables, la forma en la que nos comunicamos y relacionamos han evolucionado, la información está disponible en cualquier momento y desde cualquier lugar, todos podemos tener juntas o video conferencias desde cualquier punto, en fin la forma de hacer negocios se transformó en la última década. Nuestro entendimiento de la palabra Trabajo evolucionó con la tecnología y logro independizarse del lugar y del tiempo.
Esto ha traído beneficios y perjuicios. Así como podemos tener reuniones en cualquier lugar, revisar cómo va el negocio en todo momento, contestar correos o conversar sobre determinado tema de negocio, nos es difícil dejar de estar conectados e inmersos en el trabajo. Antes salíamos de la oficina y todos los pendientes se quedaban ahí, ahora la oficina va en tu bolsillo. El trabajo perdió la relación con la oficina. Ya no pensamos en nuestro quehacer con relación a una ubicación física, sino con relación a una función.
Si logramos el balance en nuestra vida, teniendo un equilibrio entre la vida laboral, la familiar-social y la individual, podremos aprovechar las ventajas y beneficios que los cambios culturales y tecnológicos han traído a todos los aspectos de nuestra existencia. El trabajo es un medio para conseguir nuestros sueños, para realizarnos, sentirnos útiles y transformar nuestro entorno. Considera que cada palabra construye pensamientos y a su vez sentimientos y esto se transforma en acciones. Pregúntate: ¿Qué sientes o piensas con la palabra Trabajo, como la vives diariamente y en consecuencia, qué haces? Puedes construir tu realidad cambiando tu pensamiento y vigilando tu mente. El trabajo es un aspecto de tu vida, que la dignifica y te hace soñar, redefine su concepto para que te haga sentir y pensar lo que buscas. El trabajo es parte de tu existencia.