Trascender es una Virtud

Una de las cosas que más me ha gustado aprender en esta vida, es que todos, TODOS, tienen virtudes soportadas por fortalezas. Algunas más desarrolladas que otras, pero todas alcanzables.

Reflexiona, aún siendo una persona optimista tal vez no eres consciente de las fortalezas que te acompañan y que esas a su vez forman parte de tus virtudes. En estos días he estado pensando en una virtud que es tan poco tangible, que puede confundirse con la espiritualidad, pero que al conocerla, muchos quisieran ENCONTRARLA en su vida: la TRASCENDENCIA.

La trascendencia es una virtud humana a la que toda persona puede acceder, teniendo claro que las virtudes no son capacidades ni habilidades con las que uno nace, las virtudes implican voluntad y sobre todo se viven. Hay virtudes más cercanas a algunas personas, pero siempre se pueden alcanzar. No es cuestión de actitud, pero sí de decisión, dice Martin Seligman, fundador de la Psicología Positiva.

Influir o influenciar no es trascender; la trascendencia se vive cuando una persona puede ser agradecida, no dar las gracias sino sentir “la gracia” en las cosas o situaciones que recibe. Se vive cuando una persona aprecia la belleza, se asombra cuando es testigo de belleza en todos los ámbitos, la naturaleza, la ciencia, el arte y siente una emoción que eleva su espírtu. Se vive cuando hay entusiasmo y además lo contagia. Lo vive una persona que es capaz de perdonar incluso  pensando de una manera más benévola. Y se vive teniendo sentido del humor, cuando se es capaz de reir y ser amable.

Y una de las fortalezas mas inspiradoras en la trascendencia es la ESPERANZA.  Se vive cuando esperas lo mejor del futuro, al ser optimista en que cosas buenas te sucederán, al cambiar pensamientos negativos por positivos pero sobre todo al trabajar para que lleguen sucesos positivos a tu vida. Creer es bueno, pero trabajar para cambiar los hechos y para planificar el futuro es clave en la TRASCENDENCIA.

Se trasciende apreciando, agradeciendo, pero sobre todo HACIENDO de este un mundo un mejor lugar, empezando por tu lugar, por tu persona, por tu familia. Se trasciende estando, dsifrutando y siendo una versión mejorada de ti cada día. Hay actividades cotidianas que te ayudan a desarrollarte y crecer, pero hay actividades que te harán trascender. Puedes hacer un ejercicio sencillo: ¿Cómo estabas ayer? ¿Cómo estás ahora? Y luego pregúntate: ¿Qué dirán de mi cuando ya no esté? Sin afán de compararte, o de llegar a la cima de la fama; trascender es personal y tiene que ver con tu propia vida y con tu propia historia, aunque seguro impacta a las personas a tu alrededor.

Se trasciende viviendo tu razón de ser cada día, viviendo eso que te hace sentir feliz, elevado y estar en tu elemento.

Hoy te invito a reflexionar en estas fortalezas y en la trascendencia en tu vida ¿cómo despiertas en las mañanas? ¿te entusiasman tus actividades? Encuentra tus fortalezas y haz que tus días cuenten, primero para ti, luego seguro que tu huella inspirará a alguien más.