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Bienestar emocional
ABRAZA A TU NIÑO INTERIOR
Cuando llegamos a este mundo comenzamos a sentir, desde el vientre de mamá ya sentíamos la vida, así como estaba ocurriendo, luego nacimos y llegamos a una familia donde hubo de todo tipo de experiencias, algunas veces se sentía agradable, otras veces no tan agradable.
Algunas veces sentíamos placer, otras veces se sentía dolor, fuimos guardando cada experiencia en nuestra memoria biológica, como una huella que marcó nuestra infancia. Algunas huellas se quedaron como heridas emocionales, porque hubo necesidades afectivas no satisfechas, hubo carencias que dejaron un hueco y que de alguna manera resolvimos para sobrevivir.
Y de pronto nos encontramos en la edad adulta, sintiendo lo mismo que de niños, repitiendo las historias del pasado y con las mismas necesidades no resueltas. A veces tenemos reacciones emocionales intensas, y es precisamente ese niño o niña interior que se está expresando, un niño herido que reclama, exige, culpa, se esconde, grita, llora, quiere atención, reconocimiento, tiempo, e inconscientemente se lo pedimos a los demás, como niños buscando en los demás a nuestros padres.
Dentro de cada uno hay un niño que pide ser abrazado, pide ser escuchado, pide ser mirado, pide ser amado. Cada uno tiene un niño con situaciones no resueltas del pasado, y cada niño necesita a su propio papá y su propia mamá. Hoy puedes mirar a tu niño interior, preguntarle qué necesita, y ser para ese niño o niña un padre o madre cuidando de ti, protegiéndote, aceptándote, acompañando esa parte de ti que busca en el mundo algo que alivie ese dolor que solo puede ser atendido por ti mismo, porque en ti está la curación de cualquier herida, tu tienes ese poder, sólo tienes que recordarlo.
Siempre está bien sentir lo que siento
Liz Kanno
Especialista en salud y bienestar emocional