Cuando perdono, me libero

Por Chuy Cruz Conferencista

Cuando perdono, camino más ligero y puedo llegar más lejos, sin cargas extras, simplemente camino con lo que necesito.

Cuando perdono, por fin puedo soltar a esa persona que en un momento de mi vida me pudo herir, pero hoy ya sin tenerlo en mis manos, me doy cuenta que yo no soy lo que me paso, soy lo que decidí ser después de haber vivido lo que me paso.

Cuando perdono, me perdono a mí mismo, por haber permitido el que un sentimiento ajeno al amor haya echado raíz en mi vida, y haya perdido tiempo valioso enfocado en algo que no me iba a convertir en un mejor ser humano. Un humano libre y lleno de amor.

Perdonar no es olvidar, es recordar lo que viví, pero ya no cargar ese dolor emocional por esa persona o situación.

Recuerdo un cuento que se volvió viral, el cual un joven le pedía consejo a su abuela, pues quería regresar con su novia, que el en pasado lo había engañado no una, sino varias veces. La sabia abuela le dijo que no cayera en el síndrome de la caca fría.

La anciana le platicaba que cuando la caca está caliente, aún sabes que es caca por el olor, y te alejas de ella, pero cuando se enfría y se pone dura, ya no huela, y hasta llegas a creer que es chocolate y te atreves a morderla, llevándote una terrible sorpresa de saber que has mordido un pedazo de caca.

Me encanta esa metáfora, pues muchas personas piensan que con el simple deseo de que la otra persona cambie, ellos van a cambiar, pero se les olvida que las personas cambian, no porque tú quieres, sino porque ellos quieren y lo necesita, así que el tiempo no cura todo, la acción es lo que cura. ¿Dolerá? Claro que sí, ¿Aprenderé? Claro que sí, si y solo di decido convertirme en la mejor versión de mí mismo y me alejo de seguir siendo la misma copia pirata de otras personas.

¿Dónde sufro más? En mi cabeza.

Cuando comienzo a elaborar historias de terror en función de lo que yo creo que me hiciste, pero se me olvida, que tú me dañaste hasta el punto que yo lo permití, y si me dañaste mucho, es que yo lo permití mucho. Recuerda que la gente te va a tratar de la misma función de la que tú mismo te trates a ti mismo.

¿Cuál es el primer paso para comenzar a perdonar?

Como dice Jim Rohn “Estar lo suficientemente harto como para decir, hasta aquí llegue”

¿Ya estas harto de la situación? Si la respuesta es sí, comienza por amarte, por respetarte y decidir otra forma de vivir.

¿Qué ganas con seguir cargando a esa persona o a esa situación?

Recuerda que la vida es como correr un maratón, es un trayecto de resistencia y no de velocidad y para poder llegar lejos, deberás de viajar muy ligero.

Perdonar te hará ser más libre y más feliz, recuerda que todos damos lo que tenemos, y nosotros somos un reflejo de nuestros actos y de nuestros pensamientos.

El poder más grande que tu tienes, es el poder del enfoque. ¿En qué te estás enfocando? ¿En lo que perdiste? O ¿En lo qué vas a ganar?

Este mundo requiere mucho perdón, pero también mucho aprendizaje, el ser humano es el único animal que se car dos veces en el mismo agujero. Se vale equivocarse y aprender, si lo haces te llamarán sabio. Pero si te caes varias veces en el mismo agujero y te quejas, te llamarán estúpido.

Te deseo un caminar ligero y amoroso

Tu amigo

Chuy Cruz