Creer o no creer

¿Cuántas veces has dudado de la magia?

 

No se trata de dudar, se trata de creer. Y para creer se tiene que dejar la certeza al lado. Dice el diccionario que creer es  considerar algo como posible o verdadero sin comprobación alguna.

Muchas personas te van a decir que CREAS, muchas otras te van a decir que la magia no existe, que los ángeles tampoco, que lo  intangible e inexplicable siempre tiene una razón de fondo, o simplemente no es.

Pero creer es, como todo, algo personal; nace de nuestro interior y eso en lo que creas pertenece tan solo a ti. Puedes usar toda la mente que quieras, al final, es la mente la que decide buscarle una explicación, o unida al corazón, tener la firme convicción de que eso en lo que has decidido creer, simplemente es, existe, llegó.

Creer eleva tu espíritu, porque cuando crees confías. Confías en fuerzas superiores y más grandes que tú, confías en la bondad de una persona, en el amor, en las fortalezas, los valores y las virtudes y todo eso es INTANGIBLE, no se mide, no se cuenta, simplemente es; confías en que sucede para tí.

Así se cree, andando por la vida aceptando los regalos que llegan, los milagros que suceden, dando por hecho algo que no tiene explicación, o tal vez sí, pero que en ese momento NO IMPORTA. Y si importara, entonces no creerías, sólo sabrías que es el resultado de un proceso. Ya sé que muchas veces has querido encontrar una explicación y tal vez la encontraste, descubriste que lo que vives es el resultado de una ecuación matemática, una ley física o que distintos eventos confluyeron para que asi sucedieran las cosas; tal vez también pienses que todo es una coincidencia… estás tan metido en la razón que crees que todo tiene una explicación para encontrarle un sentido lógico. Y está bien. Pero reflexiona ¿No será que estás tan desacostumbrado a recibir que no recibes y dudas? Quizá no ves los regalos que te son dados sin pedir, o pides y cuando llegan las señales buscas una explicación ¿No sería más reconfortante solo recibir? ¿Sentirte protegido? ¿Sentirte amado? ¿Ser visitado por ese ser que ya no está más en esta tierra pero sí en tu corazón?

Creer desobedece a todo juicio y razón, porque se cree con el corazón y la mente se aquieta, guarda silencio porque decidió creer. Y es que cuando crees tu SER se siente expandido y gozoso y lo que toca a la razón y lo terrenal pasa a segundo término, ¡qué va! ni siquiera forma parte del escenario. Cuando se cree se acepta sin preguntas, se siente y se respira.

Esas aves, mariposas, plumas… esa llamada, ese libro y sus mensajes… las frases que viste en la publicidad, la canción escuchada, los colores… las personas que llegaron  a ayudarte, el dinero que te encontraste en bolso o un libro… los cielos más hermosos, las respuestas en tu mente o en tus sueños. Todo eso es para ti, es Dios susurrándote y cuidando de ti, es el Universo dándote regalos, es la vida enviándote milagros, no grandes, no pequeños, milagros. A mí me gusta creer ¿y a tí?