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VIVIR EN COHERENCIA EMOCIONAL
Por Liz Kanno
Las emociones tienen una función muy importante: avisarnos sobre algún cambio en medio ambiente, ya sea en nuestro mundo interior como en nuestro mundo exterior. Cuando ocurre alguna situación inesperada que para nuestra mente necesite ser atendida entonces se produce este movimiento energético del cuerpo como una reacción biológica de supervivencia, y las emociones no las podemos evitar, simplemente surgen como parte del lenguaje de nuestra naturaleza: algo nos da miedo, nos agrada, desagrada, nos parece peligroso o amenaza, molesta o nos gusta.
Gracias a las emociones podemos saber cuales son nuestros pensamientos, ya que las emociones o sentimientos aparecen como respuesta a un proceso mental, es decir, primero pensamos y luego sentimos. El problema aparece cuando no somos conscientes de lo que pensamos, y inclusive negamos lo que sentimos. Nuestra escasa educación emocional nos impide reconocer cuando algo nos mueve internamente y además que tenemos necesidades que nos hablan a través de las emociones. No escuchamos al cuerpo, no observamos nuestros pensamientos, solo reaccionamos en automático, tomando decisiones y acciones que en su mayoría venimos repitiendo una y otra vez y nos mantienen en los mismos conflictos.
La mente y las emociones necesitan ser entrenadas para poder funcionar a nuestro favor, para crear una buena vida, para hacerle frente a los retos que constantemente aparecen como parte de nuestro crecimiento personal y evolución.
Es necesario plantearnos si nuestros pensamientos, emociones y acciones están en coherencia, es decir, si hacemos lo que queremos hacer, o si pensamos una cosa pero sentimos otra diferente, o tal vez actuamos en contra de lo que realmente queremos. Esa falta de correspondencia obviamente causa malestar físico, el estrés se genera precisamente ante nuestro rechazo de estar viviendo una situación y no poder cambiarla.
Seremos más libres emocionalmente mientras seamos más coherentes, cuando seamos conscientes de que es importante alinear lo que pensamos, lo que sentimos y las acciones que tomamos en congruencia con lo que realmente queremos hacer, y dejemos de hacer lo que no queremos, lo que nos sentimos obligados por cualquier justificación que al final va en contra de nosotros mismos.
“La verdad nos hará libres”
SIEMPRE ESTÁ BIEN SENTIR LO QUE SIENTO.
Liz Kanno
Especialista en salud y bienestar emocional