-
Entradas recientes
Comentarios recientes
Archivos
- noviembre 2024
- octubre 2024
- septiembre 2024
- agosto 2024
- julio 2024
- junio 2024
- mayo 2024
- abril 2024
- marzo 2024
- febrero 2024
- agosto 2023
- julio 2023
- junio 2023
- mayo 2023
- abril 2023
- marzo 2023
- febrero 2023
- enero 2023
- diciembre 2022
- noviembre 2022
- octubre 2022
- septiembre 2022
- agosto 2022
- julio 2022
- junio 2022
- mayo 2022
- abril 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- agosto 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- junio 2020
- mayo 2020
- abril 2020
- marzo 2020
- febrero 2020
- enero 2020
- diciembre 2019
- noviembre 2019
- octubre 2019
- septiembre 2019
- agosto 2019
- julio 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
Categorías
Meta
Sueños.
Por: Ale Aguilar
Cuando escribí este texto me había encontrado con Mino Rimada, en una entrevista que me concedió para el blog y entre tantas cosas que compartió me hizo eco eso de vivir para cumplir nuestros sueños y no permitir que las voces que no están de acuerdo con ellos nos quiten las ganas de llevarlos a cabo.
¿Qué son los sueños? Para mí proyecciones de objetivos que queremos cumplir, escenarios en donde nos imaginamos ciertas situaciones que deseamos vivir puestas en un tiempo futuro. Y aunque sé que lo único que tenemos es el presente y ese es el momento que tenemos para disfrutar, que levante la mano quien no ha imaginado un momento futuro que quisiera vivir.
Yo muchas veces… He tenido sueños que incluso (de acuerdo a mi historia) la mayoría de la gente hubiera apostado que no se cumplirían; Y sin embargo se lograron. Y sigo siendo una convencida que siempre y cuando los sueños sean para nuestro beneficio y el beneficio de los demás y seamos capaces de ponerlos al servicio, las puertas se abrirán para que se logren.
¿Incertidumbre? ¿miedo? Forman parte de dirigirte a un mundo imaginario. Los sueños, aunque posibles, forman parte de un tiempo y un espacio que no tenemos y eso puede generar emociones que nos pueden quitar La Paz. Y más si el sueño implica “cambios”, “movimiento”. Podemos dudar y trastabillar en el camino. Pensar que no lo lograremos, llorar por dejar algo que queremos, tal vez separarnos de la familia o de los amigos, pero me gusta creer que siempre que tengamos presente al amor y sea este nuestro eje principal, el rumbo será claro. Nos podemos sentir confundidos, pero creo que será mejor morir en el intento que nunca hacerlo.
Y en esos momentos de dudas será bueno acudir a nuestro interior, nuestro ser siempre tiene la respuesta amorosa, la que nos trae paz, la que sabe perfectamente cómo encontrar el camino que más satisfacciones nos dejará.
Sigamos soñando, y sin aferrarnos, haciendo lo que nos toca, pronto nos daremos cuenta que la vida, el universo, Dios, han hecho su parte y nosotros estaremos viviendo los sueños soñados.