Fluye y no luches

Por Ale Aguilar

Y si hoy me doy permiso de sentir todo ¿qué pasaría?

Días van, días vienen en que mi cabeza decide cómo actuar, sabe lo que siento y no hace caso al corazón. Decide que es mejor callar, no abrazar, mucho menos llorar; que en esta sitación no se ríe o que el que se enoja pierde. Y yo sigo sintiendo, mi corazón late y las emociones me recorren, más mi razonamiento me dice que es absurdo, luego aparecen mensajes allá afuera que hacen eco en mi interior y me confundo.
Cuántas veces te has sentido así, cuántas veces te has dado cuenta que has guardado lo que sientes por hacer lo que se espera de ti. En estos días he reflexionado en este tema, del que no hablaría si no lo hubiese vivido; me ha pasado.
Actuar en base a creencias que te han sido impuestas. Estar a la altura de la circunstancias, tal vez ser el fuerte, no doblarse porque alguien necesita apoyarse en tí, sentir que es absurdo extrañar a alguien que se fue o algún evento pasado porque ya pasó, que nadie te vea llorar o inlcuso reir. A veces no es facil siquiera entender cómo estás viviendo tu vida, quizás ni siquiera te has detenido a pensar si te das permiso de sentir lo que tienes que sentir.
¿Te conoces? Cuántas veces te dejas llevar por el “tener qué” o el “debo de” y sin embargo tienes el mejor calibrador, tu ser. Las emociones existen para vivirse y cuando llegan es necesario que las toques ¿pero a quién le gusta llorar o ver llorar a otro?
Tal vez vives con esa idea de sonreir siempre o ser feliz en todo momento, porque le va mejor al optimista, y es cierto, sin embargo un optimista no es quien sonríe todo el tiempo, sino quien considera que sus problemas tiene solución, son pasajeros y corresponden sólo a una situación.
Fluir es vivir el momento como toca vivirlo. El desazón es parte de la vida y negarlo impide que se avance. El amor también es parte de tu vida y negarlo impide ver la luz siempre presente. Tocar las emociones significa darles salida, y avanzar; quedarte estacionado en una tampoco es vivirla, es estancarte y tarde o temprano tambien te sentirás perdido.
Peerder la postura, la paz, las palabras, brincar de alegría, saltar, reir, sentirte una fiera, preocuparte, deseperarte, cansarte, no tener gana de hacer algo, es normal, no lo juzgues vívelo. Todos, mamás y papás, niños y abuelos lo hemos sentido.

Hoy me pertimto sentir todas mis emociones y honro la vida disfrutando el momento que me toca vivir. Hoy ENCUENTRO el amor y me dejo amar.
¿Estás listo?