Carta a papá



Hola papá.

¿Cómo está todo por allá? Acá hay fechas en que sin buscarlos, los recuerdos me encuentran y te pienso. Tanto que decir desde tu partida que aunque mi cabeza me dice que puede ser absurdo escribirte mi corazón me impulsa a hacerlo. Recuerdo aquel momento de tu partida, nada fácil por cierto, hubieron momentos en que no sabiá ni qué sentir… las piezas del rompecabezas de mi vida, como la conocía, se quedaron flotando, tuve que “reacomodarlas”, y darme cuenta que nada sería igual. Uno se reconstruye después de semejantes partidas… pero hoy con respeto te cuento que se puede y en parte es gracias a tí, pues tambien aprendí que es de papá que uno sabe ser valiente, y de ti además, que cuando creemos que hay oscuridad, también hay luz. Papá, hay días que te extraño y que quisiera encontrarte del otro lado de la mesa, de la puerta, de la calle, de la carta; hay días que quisera escucharte o sentirte; hay fechas papá. Pero te cuento que sigues presente en tantos detalles, cartas, colores, paisajes, música, películas, olores, chistes, frases y nos seguimos riendo de tus chistes. La gran lección es que la vida es para vivirse y disfrutarse, aunque haya momentos en que en la tierra lo damos por sentado, pero lo tenemos presente.
Hoy es día del padre acá y como ahora creo que estás fundido con Dios en el Universo en esta carta te vuelvo a dar las gracias por ser ese pilar que un padre es, por enseñarme que el amor es la base, por enseñarme a construir los sueños, y a ser respetuoso sin quedarse callado. Hoy sé que hay cosas que trascienden y que esas son las que valen la pena… tú lo hiciste a través de tu familia.
Hoy vuelvo a decirte que hiciste un excelente trabajo en la tierra, además de afortunada, me siento muy orgullosa de ser tu hija. Algún día nos volveremos a encontrar y mientras eso sucede, aquí honramos tu vida, disfrutamos la nuestra, coleccionamos momentos, te seguimos recordando y este día del padre te mandamos muchos abrazos.

Nos seguimos encontrando en la vida…